Como tripas de cerdo se me pone el cerebrito cuando lo que para mi era cierto y lógico, porque así me lo enseñaron, se vuelve abstracto.
Dificil se me hace entender de entre los trazos curvilineos de lo que se entiende hoy como verdad inopinable, la lógica a aplicar para conseguir maridar lo vintage de mi razonamiento, con lo cool del actual.
Será cuestión que de manera Darwiniana, pulcra, ciéntifica y sin pasiones me adapte a la nueva era intelectual, aunque por lo poco colaborativo de mi cerebrito, hecho como ya dije un mondongo por lo añejo, me da a mi que lo hará cual tortuga de Las Galapagos sacrificando cerebro por cuerpo. Cosas de perro viejo.
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