Ni de izquierdas, ni de derechas, ni de centro. Hoy
todas las politicas son demagógicas. Se legisla a golpe de tambor,
decidiendo según lo que esté de moda en ese momento. Los
ideales han muerto, solo hay sentimientos y los sentimientos, más si
son impulsivos o apasionados, solo generan injusticias.
Hemos
cedido con placer y por comodidad nuestras decisiones mas importantes a unos
politicos que en lugar de velar por sus ciudadanos solo han velado por
sus intereses.
¿Quien tiene la culpa de eso?
¡Nosotros!
Hemos
abandonado nuestra obligación de vigilar, de cuidar y de exigir a
quienes elegimos y una sociedad que duerme y no vigila, perece.
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